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Misa de los Fieles

Parte Tercera: El Ofertorio

Desde la Ofrenda hasta el Prefacio

1. La Ofrenda de Pan y Vino

Actos de ofrenda de Amor y Oblación 

 

LATIN

 

V.     Dominus Vobiscum

R.     Et cum spiritu tuo

V. Oremus

 

 

 

 

 

Suscipe, sancte Pater, omnipotens æterne Deus, hanc immaculatam hostiam, quam ego indignus famulus tuus offero tibi Deo meo, vivo et vero, pro innumerabilibus peccatis, et offensionibus, et negligentiis meis, et pro omnibus circumstantibus, sed et pro omnibus fidelibus christianis vivis atque defunctis: ut mihi et illis proficiat ad salutem in vitam æternam. Amen.

 

 

 

 

Deus, qui humanæ substantiæ dignitatem mirabiliter condidisti et mirabilius reformasti: da nobis, per hujus aquæ et vini mysterium, ejus divinitatis esse consortes, qui humanitatis nostræ fieri dignatus est particeps, Jesus Christus, Filius tuus, Dominus noster: Qui tecum vivit et regnat in unitate Spiritus Sancti Deus: per omnia sæcula sæculorum. Amen

 

 

 

Offerimus tibi, Domine, calicem salutaris, tuam deprecantes clementiam: ut in conspectu divinæ majestatis tuæ, pro nostra et totius mundi salute, cum odore suavitatis ascendat. Amen.

 

 

 

In spiritu humilitatis et in animo contrito suscipiamur a te, Domine: et sic fiat sacrificium nostrum in conspectu tuo hodie, ut placeat tibi, Domine Deus.

 

 

 

Veni, sanctificator, omnipotens æterne Deus: et bene  dic hoc sacrificium, tuo sancto nomini præparatum.

 

Per intercessiónem beáti Michaélis Archángeli, stantis a dextris altáris incénsi, et ómnium electórum suórum, incénsum istud dignétur Dóminus bene  dícere, et in odórem suavitátis accípere. Per Christum Dóminum nostrum. Amen.

 

Incénsum istud a te benedíctum, ascéndat ad te, Dómine: et descéndat super nos misericórdia tua.

Dirigátur, Dómine, orátio mea, sicut incénsum, in conspéctu tuo: elevátio mánuum meárum sacrifícium vespertínum. Pone, Dómine, custódiam ori meo, et óstium circumstántiæ lábiis meis: ut non declínet cor meum in verba malítiæ, ad excusándas excusatiónes in peccátis.

Accéndat in nobis Dóminus ignem sui amóris, et flámmam ætérnæ caritátis. Amen.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lavabo inter innocentes manus meas: et circumdabo altare tuum, Domine. Ut audiam vocem laudis, et enarrem universa mirabilia tua. Domine, dilexi decorem domus tuæ, et locum habitationis gloriæ tuæ. Ne perdas cum impiis, Deus, animam meam, et cum viris sanguinum vitam meam In quorum manibus iniquitates sunt: dextera eorum repleta est muneribus. Ego autem in innocentia mea ingressus sum: redime me, et miserere mei. Pes meus stetit in directo: in ecclesiis benedicam te, Domine. Gloria Patri,...

 

 

 

 

 

Suscipe, sancta Trinitas, hanc oblationem, quam tibi offerimus ob memoriam passionis, resurrectionis, et ascensionis Jesu Christi, Domini nostri, et in honorem beatæ Mariæ semper Virginis, et beati Joannis Baptistæ, et sanctorum apostolorum Petri et Pauli, et istorum et ominum sanctorum: ut illis proficiat ad honorem, nobis autem ad salutem: et illi pro nobis interecedere dignentur in cælis, quorum memoriam agimus in terris. Per eumdem Christum Dominum nostrum. Amen

 

 

Orate, fratres: ut meum ac vestrum sacrificium acceptabile fiat apud Deum Patrem omnipotentem.

 

R. Suscipiat Dominus sacrificium de manibus tuis ad laudem et gloriam nominis sui, ad utilitatem quoque nostram, totiusque Ecclesiæ suæ sanctæ.

V. Amen.

 

 

 

...per omnia sæcula sæculorum.

R.  Amen.

 

 

CASTELLANO

V.   El Señor esté con ustedes

R.  Y con su espíritu

V.   Oremos

 

 

 

 

 

 

Recibe, Padre Santo, Dios todopoderoso y eterno, esta hostia inmaculada, que yo, indigno siervo tuyo, te ofrezco a Ti, Dios mío, vivo y verdadero, por mis innumerables pecados, ofensas y negligencias; y por todos los circunstantes; y también por todos los fieles cristianos, vivos y difuntos; a fin de que a mí y a ellos aproveche para la salvación y vida eterna. Amen. 

Dios, que maravillosamente creaste en dignidad la naturaleza humana y con mayores maravillas la reformaste! Concédenos, por el misterio de esta agua y vino, que participemos de la divinidad de Aquel, que se dignó participar de nuestra humanidad, Jesucristo, tu Hijo, Señor nuestro: El cual vive y reina contigo en unidad del Espíritu Santo, Dios, por todos los siglos de los siglos. Amén.

Ofrecémoste, Señor, el cáliz de salvación, implorando tu clemencia, para que con suave fragancia suba ante el acatamiento de tu divina Majestad por nuestra salvación y la de todo el mundo. Amén.

 

En espíritu de humildad y corazón contrito seamos recibidos por Ti, Señor; y de tal manera sea ofrecido hoy nuestro sacrificio en tu presencia, que Te sea grato, Señor Dios.

 

 

 

Ven, Dios santificador, omnipotente y eterno, y   ben       dice este sacrificio preparado a tu santo nombre.

 

Por la intercesión de San Miguel Arcángel, que asiste a la diestra del altar de los perfumes, y de todos sus elegidos, dígnese el Señor ben decir este incienso y recibirlo en olor de suavidad. Por Jesucristo Nuestro Señor. Amen.

 

 

 

 Suba, oh Señor, hasta Vos este incienso que Vos has bendecido, y descienda sobre nosotros vuestra misericordia. 

 

 

 

 

 

 

Suba mi oración, oh Señor, como sube este incienso; valga la elevación de mis manos como el sacrificio vespertino. Pon, oh Señor, guarda a mi boca y un candado a mis labios, para que mi corazón no se desahogue con expresiones maliciosas, buscando cómo excusar mis pecados. 

 

 

 

 

Encienda el Señor en nosotros el fuego de su amor y la llama de su eterna caridad. Amén. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Lavaré mis manos entre los inocentes; y me pondré oh Señor, al servicio de tu altar. Para hacerme eco de los cánticos de alabanza, y proclamar todas tus maravillas Yo he amado, oh Señor, el decoro de tu casa, y la mansión de tu gloria. No pierdas, Dios mío, mi alma con los impíos, ni mi vida con los hombres sanguinarios. Cuyas manos están manchadas de maldad, y su diestra cargada de sobornos. Yo, en cambio, he procedido con inocencia; líbrame Tu y ten piedad de mi. Mi pie ha andado por el camino recto: por lo que podré alabarte, oh Señor en las asambleas de los fieles. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo. Como era en un principio, ahora y siempre, por los siglos de los siglos. Amen

 

 

 

 

Recibe, ¡oh Santa Trinidad!, esta oblación que te ofrecemos en memoria de la Pasión, Resurrección y Ascensión de Nuestro Señor Jesucristo; y a honra de la bienaventurada siempre Virgen María, y de San Juan Bautista, y de los Santos Apóstoles Pedro y Pablo, y de estos Santos (cuyas reliquias yacen en el ara), y de todos los Santos; para que redunde en honra de ellos, y en nuestra salvación; y para que se dignen interceder por nosotros en el cielo aquellos cuya memoria veneramos en la tierra. Por el mismo Jesucristo, Nuestro Señor. Amén.

 

 

 

 

Orad, hermanos, para que este Sacrificio mío y vuestro sea aceptable a Dios Padre todopoderoso.

 

R. Reciba el Señor de tus manos este Sacrificio para alabanza y gloria de su nombre, y para provecho nuestro y de toda su santa Iglesia.

 

V.  Amén.

 

 

 

 

 

...por todos los siglos de los siglos.

R. Amén.

La Tercera parte comienza  con las siguientes palabras:

Antes de empezar la celebración del misterio con el ofrecimiento del Pan y del Vino, que van a ser transformados en el Cuerpo y en la Sangre de Jesucristo, el sacerdote exhorta a los fieles a rezar, diciendo: Orémus. Después reza la antífona del Ofertorio, de acuerdo a los propios del día. Esta oración recuerda las disposiciones que deben animar a los fieles, unidos al sacerdote, en el oblación del Santo Sacrificio.  Ofrecimiento de la Hostia - El sacerdote descubre el cáliz, toma la patena y ofrece a Dios por anticipado, la Hostia y Víctima inmaculada, Jesucristo, cuyo Cuerpo será consagrado momentos más tarde

El sacerdote ruega por sí mismo, por los asistentes y por todos los fieles. Terminando esta oración, el sacerdote hace la señal de la cruz con la patena encima del lugar donde va a colocar la hostia, para recordar nuevamente la pasión de Jesucristo y la cruz sobre la cual ofreció su sacrificio. Luego, del lado de la epístola, pone vino y un poco de agua en el cáliz. Las gotas de agua significan la unión de las dos naturalezas, divina y humana, en la encarnación.

El celebrante ofrece el caliz:

El sacerdote se inclina profundamente y hace la oración de los muchachos Israelita en el horno:

El celebrante entonces invoca al Espíritu Santo y bendice la ofrenda

3.  Lavábo (salmo 25 6-12)

Esta misteriosa ceremonia nos enseña cuán puras deben ser nuestra vida y nuestras obras, si es que de veras queremos acercarnos dignamente al Señor. El celebrante entonces invoca al Espíritu Santo y bendice la ofrenda (el Gloria se omite en la misa de difuntos y durante la semana santa)

4. Oración a la Santísima Trinidad

 El sacerdote, inclinándose en el centro del altar, suplica a la Santísima Trinidad que se digne aceptar este sacrificio ofrecido a la gloria de Nuestro Señor Jesucristo, en honor de su Madre y de sus Santos, y para nuestra salvación. En la misa rezada, el servidor se arrodilla en el primer escalón al pie del Altar. 

5. Orate Fratres y Secreta

El sacerdote besa el altar, se vuelve hacia los fieles y los invita a unirse a él, en una oración ferviente.

Secreta

Ahora el sacerdote lee en voz baja las oraciones que por este motivo se llaman “Secretas”. Estas oraciones tienen como fin pedir a Dios que reciba favorablemente la oblación que está sobre el altar, y que transforme nuestros corazones por su gracia, a fin de que puedan ser presentados como una ofrenda agradable. La Secreta pertenece a los Propios del día y celebrante la termina diciendo:

2. El Incienso sobre la Ofendra 

 

Esta parte se hace durante la misa Solemne, la ofrenda de Pan y Vino, el Altar y los files son incendiados. Esto es un sacramental que señala las gracias que el Santo Sacrificio obtiene para nosotros  e indica nuestra voluntad para ofrecernos a Dios por medio de Cristo. El celebrante comienza esta parte bendiciendo el incienso con la siguiente plegaria:

El celebrante inciensa el Pan y el Vino haciendo una cruz

El celebrante inciensa el crucifijo y el Altar

Salmo 140

El celebrante regresa el incencierio al servidor y dice:

Luego es sacerdote y los fieles son incensados. En la misa de difuntos, solo el sacerdote es incensado luego del altar.

Fin de la Tercera Parte

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